En el año 1795 se utilizaron las primeras bandas transportadoras para el transporte de materiales como el carbón y relacionados con la industria minera. Estas bandas eran más bien cortas y se utilizaban en terrenos planos de forma general.
En aquella época, las bandas transportadoras no eran como las que conocemos hoy en día, sino que eran más bien algo primitivas. Tenían una banda que normalmente se fabricaban en cuero o lonas e iban deslizándose por encima de una tabla de madera. De esta forma se conseguían mover grandes cantidades de material de forma rápida y económica.
Las primeras bandas transportadoras de acero y más similares a las que utilizamos hoy en día se fabricaron en el año 1901 y se inició la producción de las bandas transportadoras de acero.
Pero allí no acabó todo, varios ingenieros vieron que esta era una manera muy efectiva de transportar materiales y conseguir hacer las cosas de forma mucho más rápida y con menos esfuerzo, así que pocos años después se utilizaron para mover materiales en grandes distancias.
En concreto, las primeras bandas transportadoras que se utilizaron para mover grandes distancias fueron en las instalaciones de la compañía de Henry Clay Frick en Pittsburgh, Estados Unidos. Unas instalaciones creadas bajo tierra desde una mina que recorrían un total de 8 kilómetros. Estas bandas eran de materiales como la goma natural y el algodón de pato.
Paralelamente a estos sucesos, en el año 1913, Henry Ford introdujo las bandas transportadoras en las cadenas de montaje para la producción de vehículos en la compañía Ford Motor Company.
Ya en la Segunda Guerra Mundial y con la escasez de materiales, se comenzaron a utilizar los materiales sintéticos, en vez de los naturales como se hacía hasta ese entonces. Años más tarde se comenzaron a desarrollar otro tipo de bandas, como las dotadas con aditivos antimicrobianas para la industria alimentaria o las resistentes a altas temperaturas.
Actualmente las bandas transportadoras se utilizan y se aplican a todo tipo de procesos industriales, como el transporte de galletas, camarón, atún, cartón, papel, enlatados, confites y madera, entre otros. Dependiendo del producto a transportar y las condiciones de trabajo, se debe seleccionar bandas transportadoras adecuadas como son bandas para trayectos rectos o inclinados, con recubrimientos, grado alimenticio o elaborados especialmente para soportar temperatura y ambientes abrasivos.
No cabe duda que las bandas transportadoras han optimizado significativamente los procesos industriales de fabricación, haciéndonos la vida mucho más fácil!